Tempestades

Buscando el Norte II – Un nuevo comienzo, una nueva esperanza.

Siento cerca el lugar.

Los mares de bruma aparecen y desaparecen como la propia memoria dándome la bienvenida a la frontera de mi búsqueda.

Veo el mar. ¿Es eso de allí o quizá sean tantas las ganas de regresar que hasta mi propia vista es capaz de engañarme…?

No, mis ojos no me engañan. Allí, justo en el horizonte se encuentra el mar. Es como lo recordaba. El paso del tiempo no ha conseguido borrar su imagen de mi memoria. Lo tengo ante mi. Justo a tiempo, justo cuando llegan las primeras tempestades del año. Es agosto. El mar muestra su fuerza deleitándonos con mareas plagadas de inercias desatadas que traen a la arena el mejor de los recuerdos y llevan al fondo del mar el más ansiado de los olvidos.

Aquí, sentada en la arena, rodeada de grises y con el incesante murmullo del mar contra las rocas, dejo de ser prisionera de aquel vuelo inacabado.

Ahora sí, “comencemos por el vuelo horizontal”

Saudade Artiaga 20/10/2008